Existe una corriente ecologista que ha ganado fuerza en los últimos años y que promulga el abandono de todas las tierras, excepto las agrícolas, y de los pueblos. Su objetivo es centrar a toda la población en las ciudades y llevar a cabo un proceso de rewilding en las tierras abandonadas.
Esta corriente, conocida como EcoCentralización, sostiene que la única forma de salvar el planeta y detener la pérdida masiva de biodiversidad es abandonar el modelo de crecimiento económico basado en la explotación de los recursos naturales y el aumento constante de la población. Según sus defensores, la urbanización de la sociedad permitiría reducir el impacto humano en el medio ambiente, ya que las personas vivirían en áreas más densamente pobladas, reduciendo así la necesidad de transportarse en vehículos privados y disminuyendo la huella ecológica de cada individuo.
En cuanto a la rewilding, se trata de un proceso mediante el cual las tierras que han sido abandonadas por el ser humano son reintroducidas en su estado natural, es decir, se permite que la naturaleza recupere su curso y se restablezcan los ecosistemas que antes se encontraban en la zona. Según los defensores de esta corriente, el abandono de las tierras y la urbanización permitirían liberar grandes extensiones de territorio para llevar a cabo esta práctica, lo que aumentaría significativamente la biodiversidad y la capacidad del planeta para recuperarse de las actividades humanas.
Por supuesto, esta corriente ha generado un gran debate y críticas por parte de aquellos que defienden un modelo de desarrollo más tradicional, que consideran que el abandono de las zonas rurales y la concentración de la población en las ciudades puede tener efectos negativos en la calidad de vida de las personas y en la economía de los países.
En conclusión, la corriente ecologista que promulga el abandono de todas las tierras, excepto las agrícolas, y de los pueblos, para centrar a toda la población en las ciudades y llevar a cabo un proceso de rewilding en las tierras abandonadas, representa una forma radical de abordar la crisis ecológica que enfrentamos. Si bien sus propuestas pueden parecer extremas, lo cierto es que la situación actual del planeta requiere soluciones innovadoras y audaces para lograr revertir el daño causado por la actividad humana.
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